La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aseguró este jueves que "probablemente" se necesite reforzar la seguridad de los congresistas, puesto que la amenaza no sólo está fuera, sino también "dentro" de las instituciones.
Creo, y lo he dicho todo el tiempo, que probablemente necesitemos una mayor seguridad para los miembros cuando el enemigo está dentro de la Cámara de Representantes, una amenaza que nos preocupa además de lo que está sucediendo fuera". afirmó Pelosi.
Así, ha señalado que no solo Donald Trump "incitó a una insurrección", sino que además, le acusó, "sigue avivando la llama poniendo en peligro la seguridad de los miembros del Congreso".
En una rueda de prensa, Pelosi hizo referencia a la retórica de algunos representantes y senadores republicanos, quienes "quieren traer armas al Congreso y han amenazado ya otros miembros" de la Cámara.
Estas palabras de Pelosi hacen referencia a las pretensiones que demandaron hace una semana algunos representantes republicanos, como Andy Harris de Maryland y Lauren Boebert de Colorado, quienes expresaron su deseo de portar armas dentro de la Cámara.
Harris, tuvo que abandonar la sede del Capitolio después de que saltaran las alarmas de los detectores de metales de la entrada. Según la prensa estadounidense, citando fuentes de seguridad del edificio, el representante por Maryland del Partido Republicano portaba un arma, por lo que ya hay una investigación en curso.
Pelosi también ha comentado la carta que fue enviada por una treintena de congresistas tanto a ella, como al líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, en la que se les hacía saber las preocupaciones que existen dentro del Congreso en relación a su seguridad.
En el texto, este grupo de representantes, todos ellos demócratas salvo un republicano --Fred Upton por Michigan--, solicitaban más flexibilidad para destinar sus asignaciones del Congreso en seguridad personal, a través de la contratación de agentes profesionales del sector o agentes locales.
Si bien el Capitolio de Estados Unidos está protegido por su propia Policía con el apoyo de fuertes medidas de seguridad, que incluyen barreras para vehículos y detectores de metales, la mayoría de los miembros pasan la mayor parte de su tiempo en sus distritos electorales donde la seguridad suele ser escasa". apuntaron.